A veces la oigo bajar la escalera
como un recuerdo ajeno perdido en mi mente
-constructora de encrucijadas-
que vuela libre de ataduras de Norte a Sur
o de Sur a Norte
atravesando miles de brújulas
-cada una de ellas es una vida-
insatisfechas con cada Norte que señalan,
cambian de rumbo a capricho.
Así nadie camina acompañado,
pues todos tienen su Norte variable.
Habrá, entonces,
que solapar las agujas.
¡seamos nosotros nuestro Norte!
sigue asi Pablo! yo hace muxo k no escribo, pork el poema k tengo por acabar es demasiado doloroso. Eres un crack!
By: Charlie Torres on agosto 22, 2008
at 12:56 am
Gracias tío! yo precisamente consigo deahogarme por medio de la poesía. Para mí, una de las facultades de la poesía, es ese poder que tiene para transformar el dolor en algo bello.
By: pablolopez on agosto 23, 2008
at 12:00 am