Tengo la inspiración caída, a pesar
de estar lleno de cariñar
y pensar que me encuentro
más triste que el llorar,
sin sonrisas ni azulejos
ni esperanza que guíe a lo lejos.
Estrellas en mi camino
las hay ocultas, más altas que las nubes
invisibles a mi vista,
pero tan consoladoras
como deseadas despierto o soñando
o cayendo
en este laberinto de cerrojos que es
vivir sabiendo
que te necesito y no te tengo
que te busco y no te encuentro
que me apena seguir viviendo
en un mundo que se presenta incierto
por no tener su único consuelo:
tú.
Un afectuoso saludo y un aplauso por tu blog. Me atrevo recomendarte a uno, Rafael Sarmentero, poeta conmovedor como demuestra este Autoindefinido alojado en Qualid
By: Siken on enero 7, 2009
at 8:49 pm