Hoy todo será rejalgar que me hunde
y me iré mientras
una escoba de tristeza barre las estrellas
y yo me sonrío triste y desanimado
como a quién no le extraña la desgracia.
Yo sólo sé que el recuerdo me mata
y no puedo pasear sin recordar
que allí estuviste tú un día conmigo
iniciando un camino que nunca empezó
porque si acabó fue porque no empezó
porque el amor no acaba
tal como yo lo entiendo,
el amor sólo descansa
para seguir sufriendo
esa bendita necesidad de estar contigo,
el dolor de un corazón a tu nombre cosido
y esperando otra tú distinta a ti
que me atrape y me retenga
en sus brazos de alegría dispersa
y su mirada de niña traviesa
que me dará un beso cuando me invada la tristeza
de saberme solo como el roble en el mar
sin raíces y sin patria
ni tan siquiera Dios.
Yo no nací,
no tengo ombligo, ni suerte
ni día nacional, ni redención.
Yo sólo te tengo a ti, esperanza,
un día en que sin sospechar nada
todo pase y no piense estas cosas
y no me sienta solo
ni dolor ni sueño.
Yo sólo quiero querer a quien me quiera
¿tan difícil es encontrar el amor en ella?
tan pronto como doble esta esquina sincera
aparecerá de nuevo como las estrellas
y yo tímido como el sol me esconderé
y en mi propio fuego me consumiré
Responder