Se le cayó un papel mientras caminaba.
Yo me agaché a cogerlo
y cuando me levanté
ella ya se había ido.
En el papel garabatos sin significado,
mi nombre en una esquina
y el destino en otra.
Un rayo verde, una ilusión, presagios…!
Doblé el papel de nuevo y continué caminando
sin dejar de pensar en ella
y en como era
-pues ni siquiera me había fijado-
y la soñé irreal y perfecta.
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