Siento que no me quedan más que las letras,
el camino de la imaginación con todas sus locuras
y la ceguera ante la realidad.
Me arrancaré los ojos para ver mejor,
para ver sólo lo que quiero,
para poder soñarlo todo,
– si estuviera con ella quizás sería feliz –
las personas me inspiran conversaciones
y algunas sentimientos.
Yo no sé que será de mi vida
ni de la tuya,
– otros quizás lo saben todo, yo sólo puedo imaginar –
pero sé que buscas lo mismo que yo, aunque
quizás, de forma diferente.
Todos los caminos llegan a Roma porque
todos los caminos terminan
y como nunca sabemos lo que hay detrás de ellos,
al final le acabaremos llamando Roma.
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