Tú lo sabes, lo presientes,
lo sientes…
el árbol caído y las semillas,
el leñador que se fue a su casa,
los animales que volvieron al bosque y tú
recuperaste tus sueños.
Tus ojos recuperaron la ilusión
y volvieron a brillar,
se volvieron a encontrar
con un mundo que cambiar
y sonrieron
todas las caras en nuestra imaginación,
recuperamos las fuerzas mientras
el agua empujaba al molino y pensábamos
que nada había estado tan bonito como ahora
y que lo mismo queríamos pensar mañana.
Buscamos colores, los imaginamos
jugamos con ellos y los cambiamos
en el tablero de la naturaleza.
Movimos nuestras fichas
y nadie perdió,
tampoco gano nadie
¿pero a alguien le importó?
Solo pasamos el rato
como mejor sabemos
disfrutando.
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